Un despacho en casa personalizado e inspirador, gracias a la neuroarquitectura (Hola.com)

Un despacho en casa personalizado e inspirador, gracias a la neuroarquitectura (Hola.com)

Como bien sabe la neuroarquitectura, el entorno físico influye en nuestras emociones, cognición y bienestar general. ¿Cómo debe ser el despacho en casa en la cada vez más extendida modalidad de teletrabajo en España? Sin duda este no tiene por qué resultar un espacio frío y sin personalidad. “Al contrario, diseñamos cada espacio a medida de las necesidades y gustos, capaz de cuidar, inspirar y obtener lo mejor de la persona que va a usarlo”, afirma Rita Gasalla, arquitecta CEO en Galöw, presidenta del Observatorio de Arquitectura Saludable (OAS) y la experta consultada para realizar este reportaje.

¿Cómo crear una zona que motive trabajar en casa?

“El despacho, o la zona de trabajo, es uno de los espacios que más nos demandan cuando diseñamos viviendas en Galöw. Hay una nueva cultura laboral que ha trasladado la oficina a nuestra casa, total o parcialmente, durante unas horas o unos días al mes. Así es que necesitamos tener una zona reservada a trabajar, sin olvidar que va a forma parte de nuestra vivienda”, afirma Rita.

Dos premisas son primordiales para potenciar la productividad:

  • Resulta recomendable que la oficina en casa no esté en el mismo lugar en el que dormimos.
  • Debemos buscarle un espacio luminoso, sin ruido y confortable en todos los sentidos. En definitiva, un espacio que nos facilite la concentración y que favorezca nuestros procesos cognitivos, nuestro bienestar y nuestra privacidad.

Leer reportaje completo aquí

un Despacho En Casa Personalizado E Inspirador Gracias A La Neuroarquitectura

Arquitectura saludable y neuroarquitectura en los espacios de trabajo (Espacio Aretha)

Nuestra CEO y presidenta del Observatorio de Arquitectura Saludable (OAS), Rita Gasalla, firma este artículo publicado en Aretha y titulado «Arquitectura saludable y neuroarquitectura en los espacios de trabajo».

Frecuentemente visualizamos los espacios de trabajo como lugares “inteligentes”, donde se emplea la tecnología más avanzada y se reducen costes de funcionamiento e impacto medioambiental. Sin embargo, nos falta incorporar un concepto fundamental: saludable. Porque no podemos calificar de inteligentes o avanzados a los espacios que no cuidan de las personas.

Los espacios de trabajo, en los que pasamos buena parte de nuestras vidas, deben responder a las necesidades de quienes los ocupan, siendo flexibles (para permitir distintas formas de trabajar), atractivos (para seducir y fidelizar al talento emergente), colaborativos (favoreciendo la comunicación y conexión de los equipos) y únicos, ofreciendo la mejor experiencia de usuario.  

Gracias a la arquitectura saludable y la neuroarquitectura conseguirlo, sin un incremento de costes significativo, es posible. La clave es incorporar los criterios en los que nos basamos, para diseñar y construir los espacios desde estos preceptos. El objetivo es conseguir un workplace saludable e innovador, un espacio anti estrés que potencie la creatividad y el compromiso con la empresa.

Resulta fácil comprender que al favorecer los ambientes amables con las personas (a nivel físico, mental y social) estamos potenciando el buen funcionamiento y la productividad de las organizaciones. Aunque aún queda mucho camino que recorrer, afortunadamente las empresas son cada vez más conscientes de la necesidad de proteger y potenciar su capital humano para ser más competitivas.

Este convencimiento está basado en numerosos estudios que certifican el impacto que la arquitectura saludable y la neuroarquitectura tienen en las personas, y que difundimos y explicamos desde el Observatorio de Arquitectura Saludable (OAS). Nuestro objetivo es democratizar estos principios, que contribuyen al bienestar, calidad y esperanza de vida de los ciudadanos, sin descuidar ni la protección del medio ambiente ni la cuenta de resultados empresariales.

¿Cómo es posible aunar todo esto? Algunos de los principales factores son estos: calidad del aire (una buena calidad del aire además de proteger nuestra salud puede incrementar la productividad entre un 8% y un 11%); confort higrotérmico y acústico (trabajar en espacios ruidosos puede reducir la eficiencia hasta en un 60%); luz (la calidad, color, intensidad y dirección de la luz condiciona nuestro confort visual, es fundamental para descansar y evitar problemas físicos y mentales que mermen nuestro rendimiento) y biofilia (la naturación de los espacios beneficia a nuestra salud y estado de ánimo y puede aumentar el rendimiento hasta un 15%).

Hay muchos otros factores importantes (materiales, ergonomía, colores, orientación…) que tenemos en cuenta a la hora de diseñar los espacios. La neuroarquitectura analiza científicamente, con datos medibles, cómo los entornos pueden modificar nuestras emociones y procesos cognitivos. Con esos datos podemos diseñar espacios que nos hagan sentir relajados, alegres y cómodos. 

Leer artículo completo

Rita Gasalla neuroarquitectura en los espacios de trabajo

Consejos para convertir la reforma de tu casa en medicina preventiva (Idealista News)

La CEO de Galöw y presidenta del Observatorio de Arquitectura Saludable (OAS), Rita Gasalla, explica en este reportaje de Idealista News, todos los factores que hay que tener en cuenta a la hora de abordar una reforma en nuestras viviendas.

Como explica Gasalla, «pasamos el 60% de nuestras vidas en casa» y “la mejora de sus condiciones de habitabilidad puede salvar vidas, prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida”. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cobra especial importancia en el momento en que reformamos la vivienda.

Para Gasalla, “si hacemos una reforma adecuada desde el punto de vista de la calidad del aire, el ruido o la iluminación, podemos mejorar muchísimo nuestro bienestar físico, mental y social”.

La CEO de Galöw señala que “reconstruir las cosas bien, elegir los materiales adecuados y hacer unas instalaciones saludables no necesariamente va a ser más caro, es una cuestión de priorizar. Pero además hay que valorar qué significa ponernos enfermos. Por eso nosotros entendemos la arquitectura saludable cómo una medida de medicina preventiva”.

 

Leer+

 

También publicado en el Instituto Español de Medicina de Estilo de Vida

 

Reportaje Rehabilitación

Rehabilitar, por salud. Por Rita Gasalla (CIC Construcción)

Artículo de Rita Gasalla en la revista CIC Construcción

 

En los últimos años, en buena parte debido a la crisis energética e inflacionaria que estamos viviendo, se ha tendido a identificar rehabilitación con eficiencia energética. Reformar para ahorrar. Pero rehabilitar debería ser mucho más. Podemos mejorar el entorno urbanístico y los espacios cerrados en los que pasamos alrededor del 90% de nuestras vidas, impactando así positivamente en nuestra salud y bienestar.

En España, tenemos mucho trabajo por hacer porque tenemos el parque construido más envejecido de Europa, con aproximadamente 10 millones de viviendas susceptibles de ser rehabilitadas. El 80% del parque edificado en nuestro país tiene más de 20 años. Eso significa, que la calidad de vida de muchos millones de personas está comprometida porque como demuestran los estudios científicos, existe una relación directa entre las condiciones de la vivienda y la salud de sus ocupantes.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las condiciones inadecuadas de las viviendas causan solo en Europa más de cien mil muertes y morbidades al año. Un 15% de la población europea vive en una casa con goteras, humedades en las paredes o suelos, y deterioro en los elementos estructurales o la carpintería. Un 20% vive en una vivienda que no le protege del calor excesivo en verano y un 13% en una que no le proporciona suficiente calor en invierno. Lo más habitual es que reúnan más de un factor de riesgo.

Más de 13 millones de viviendas en España no cuentan con ninguna medida pasiva de ahorro energético. Aquí los fondos Next Generation son una oportunidad histórica para su mejora, si bien estamos constatando dificultades y retrasos en el acceso de los ciudadanos a las ayudas. El Gobierno central y las Comunidades Autónomas tienen la responsabilidad de promover y agilizar el acceso a esa financiación.

El confort higrotérmico, además de reducir el consumo de energía tiene un impacto positivo en nuestra salud y bienestar. Por el contrario, las temperaturas fuera del rango (19º-24º centígrados) pueden provocar problemas físicos como deshidratación, dolores de cabeza, enfermedades respiratorias y dermatológicas o vómitos. El año pasado el exceso de calor causó en España unas 3.800 muertes solo en los meses de julio y agosto. Una temperatura inadecuada afecta también a nuestro estado de ánimo y reducen la productividad hasta un 10%.

Mejorar la calidad del aire que respiramos es otro de los grandes retos a los que nos enfrentamos y que debemos abordar en el proceso de rehabilitación. En los interiores, el aire está de promedio entre 3 y 5 veces más contaminado que en el exterior.

Contamos con el recurso tradicional de la ventilación cruzada, pero no es conveniente usarla en entornos contaminados. En estos casos, podemos instalar sistemas de ventilación mecánica de doble flujo que permiten mejorar la calidad del aire interior con filtros que purifican el aire procedente del exterior. Si además incorporamos un intercambiador de calor, reduciremos los costes energéticos. La calidad del aire es fundamental para preservar la salud pública, convirtiéndose en un factor estratégico para la economía de cualquier país.

La luz es otro de los elementos más importantes a tener en cuenta. Sorprende que España, el país del sol, tenga la mayor proporción de viviendas con luz natural insuficiente de Europa. Uno de los principales problemas que detectamos durante la pandemia, cuando tuvimos que aislarnos en nuestras casas, fue la falta de acceso a espacios exteriores, como jardines o terrazas. No es una cuestión menor porque la luz del sol regula nuestros ritmos circadianos ayudándonos a mejorar el estado de ánimo, la capacidad cognitiva, y la calidad del sueño.

Para disfrutar de las ventajas de la entrada de sol en las viviendas en invierno, la orientación y el soleamiento juegan también un papel importante, como los elementos arquitectónicos que nos protegen del sobrecalentamiento que se produce en verano. De esta forma podremos disfrutar del bienestar que ya nuestros antepasados resumían en este refrán: “donde entra el sol no entra el médico”.

Otro factor clave a la hora de rehabilitar los espacios construidos es el confort acústico. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), uno de cada cinco europeos vive expuesto a niveles de ruido nocivos para su salud. En Europa se registran alrededor de 12.000 muertes prematuras por la contaminación acústica que causa problemas de sueño y concentración, ansiedad, enfermedades nerviosas, cardiovasculares y auditivas.

Se estima que el 93% de los edificios en España fue construido antes de la entrada en vigor de la normativa actual que sí contempla actuaciones para reducir la exposición al ruido de las personas. Nuevamente, la rehabilitación se plantea con solución a esta situación. Podemos y debemos mejorar el confort acústico, más allá del habitual cambio de ventanas, por ejemplo, con una adecuada hermeticidad de la envolvente de los edificios que refuerza el confort acústico y aumenta considerablemente el confort térmico, y con actuaciones a nivel urbanístico como la peatonalización de las calles y la reducción del tráfico, principal fuente de ruido y contaminación en las ciudades.

Las rehabilitaciones en masa nos permiten además reducir notablemente las emisiones de CO2 a la atmósfera de las ciudades. No olvidemos que el 70% de los gases de efecto invernadero procede de los núcleos urbanos. En Madrid, los inmuebles son responsables del 35% de las emisiones de CO2 que llegan a su atmósfera.

Aquí también juega un papel fundamental la naturación de los espacios. Rehabilitando con criterios biofílicos, introduciendo parques, jardines, árboles, plantas y cubiertas y fachadas verdes, contribuimos a mejorar la calidad de vida de las personas. Estar cerca y en contacto con la naturaleza nos proporciona bienestar físico y mental. Además, contribuye a mitigar el calentamiento urbano, ahorrar energía y mejorar la calidad del aire y el confort higrotérmico en edificios y ciudades.

La vegetación también nos ayuda a crear entornos bellos, relajantes y curativos, donde es más fácil relacionarse y que, por lo tanto, incrementan la cohesión social. Edificios tan importantes como hospitales, residencias, centros de salud o colegios, deberían rehabilitarse aplicando los criterios de arquitectura saludable para evitar ser enfermantes y convertirse en el tercer cuidador de sus usuarios. También deben ser accesibles, flexibles e inclusivos, dando relevancia a la arquitectura de elección, que es la que nos permite diseñar arquitectónicamente para que la gente tome decisiones que benefician a su salud como hacer ejercicio, comer bien, dejar de fumar o reunirse.

La arquitectura es un gran vertebrador de la sociedad y una herramienta de justicia social.  La rehabilitación del envejecido parque edificado español es urgente e inaplazable porque mejoraría las condiciones de vida de los ciudadanos, y articularía una sociedad más comprometida.

El sector de la construcción es consciente y está comprometido con la huella de carbono, la rehabilitación energética y la sostenibilidad, pero hay que pedirle más. También a los ayuntamientos, para que apuesten por la arquitectura saludable para mejorar la salud y el bienestar físico, mental y social de las personas.

En 1974, Marc Lalonde estableció los determinantes de la salud, según los cuales, un 62% de ella depende de nuestro estilo de vida y nuestro entorno. Eso significa que la alimentación, hábitos y espacios que ocupamos influyen más en nuestra salud que la herencia genética y la asistencia sanitaria que determinan sólo el 38% restante.

Por eso es tan importante rehabilitar aplicando los criterios de la arquitectura saludable, yendo más allá de la sostenibilidad y la eficiencia energética. Queda mucho por hacer porque en España la tasa de rehabilitación es muy inferior a la media europea. Para cumplir los objetivos marcados para 2050, tendríamos que ser capaces de rehabilitar 350.000 viviendas al año, es decir, una tasa de rehabilitación alrededor del 3,5% anual (ahora estamos en el 0,8%).

No se trata de construir más sino de construir mejor y de rehabilitar lo ya construido. Como se indica en el “Manifiesto la descarbonización comienza con la rehabilitación”, suscrito entre otras entidades por el OAS, “la rehabilitación de los edificios es un pilar fundamental no sólo para alcanzar una economía sostenible y resiliente, sino también para la recuperación económica tras la pandemia de la Covid-19”.

Rehabilitación y arquitectura saludable son el binomio perfecto.

 

Publicado en CIC Construcción. Marzo 2023

 

Arquitectura saludable: la salud de los empleados y el éxito de las organizaciones, por Rita Gasalla

Artículo de Rita Gasalla, CEO de Galöw Arquitectura Saludable, en Formación en Seguridad Laboral

Después de unos meses en los que el teletrabajo era la única opción posible, hemos vuelto a trabajar a la oficina. Aunque no de la misma manera.

Muchas empresas han tenido que readaptar sus organizaciones tras la pandemia para atender a un modelo de trabajo híbrido, combinando presencialidad y teletrabajo para garantizar la salud y el bienestar de la plantilla.

Aunque muchas organizaciones consideran que es necesario que los empleados acudan a sus espacios de trabajo para generar el intercambio de ideas que hace progresar a las compañías, hay quienes se resisten a volver. Tal es así que algunos días las instalaciones están prácticamente vacías.

Siempre ha sido importante, pero en estos momentos en los que las empresas necesitan atraer y fidelizar el talento, es fundamental diseñar espacios de trabajo atractivos y saludables, reinventando las oficinas para que sean lugares seguros e inspiradores, en los que los empleados deseen estar.

Las oficinas han dejado de ser meros espacios físicos donde ir a trabajar para convertirse en espacios de participación, ideados para promover la creatividad y productividad de las personas y la inteligencia de los equipos. La arquitectura saludable nos permite diseñar y construir espacios de trabajo pensados por y para las personas. Es una propuesta de valor para las organizaciones.

¿Por qué? En cualquier empresa, los costes de personal suponen el 90% de los costes operativos, por lo que cualquier actuación sobre esa partida afecta al balance de resultados. La arquitectura saludable permite rebajar hasta en un 30% el absentismo laboral actuando sobre diversos factores.

 

Leer artículo completo

 

Artículo Formación En Seguridad Laboral

Rita Gasalla en Kilómetro 0 (EsRadio)

Rita Gasalla, CEO de Galöw y presidenta del Observatorio de Arquitectura Saludable (OAS) explica qué es la arquitectura saludable en el programa Kilómetro 0, de EsRadio, dirigido y presentado por Jaume Segalés.

Se abordaron cuestiones como qué son los edificios enfermantes ( aquellos que impactan negativamente sobre la salud física y mental de las personas); la normativa, más orientada según le contaba Rita a la sostenibilidad que al bienestar; construcciones tradicionales y materiales naturales; biofilia, ergonomía o neuroarquitectura.

 

Escuchar la entrevista (a partir de 1h 38″)

Rita Gasalla en La Observadora (RNE)

La periodista Teresa Viejo invitó a la arquitecta Rita Gasalla, CEO de Galöw, a su programa, La Observadora, en Radio Nacional de España, para hablar de Arquitectura Saludable, su trayectoria y sus sueños.

Rita habló de su temprana vocación, de sus inicios en la arquitectura, y de cómo comprendió, muy pronto, que los espacios construidos pueden cuidar de nuestra salud, o por el contrario, enfermarnos.

 

El programa se emitió el pasado 2 de octubre de 2022 y aquí puedes escucharlo completo.

 

Rita En La Observadora

Neuroarquitectura, el pilar para construir espacios saludables donde vivir y trabajar mejor (BBVA Open Innovation)

La CEO de Galöw, Rita Gasalla participa en este artículo de BBVA Open Innovation sobre arquitectura saludable y neuroarquitectura.

 

«Pasamos alrededor de un 90% de nuestras vidas en espacios construidos y nuestras experiencias dependen en gran medida del lugar en el que se producen», afirma  Rita Gasalla, presidenta del Observatorio de Arquitectura Saludable (OAS) y CEO de Galöw Arquitectura Saludable. «La arquitectura saludable mejora la imagen y reputación de una marca, reduce costes, atrae talento y genera compromiso entre empleados y clientes». De esta forma, la neuroarquitectura permite aumentar la rentabilidad de los negocios.

La tecnología también puede servir para planificar mejor los espacios. Rita Gasalla, afirma que la realidad virtual y el metaverso serán «recursos valiosos» para diseñar espacios siguiendo los principios de esta nueva corriente arquitectónica.

La neuroarquitectura ya no es un elemento ajeno a las organizaciones y su implementación puede suponer un pilar para el éxito de las compañías. Así lo sentencia Gasalla: «Si queremos que nuestros empleados aporten ideas y soluciones a su empresa, es importante diseñar los espacios que ocupan aplicando los criterios de la neuroarquitectura y la arquitectura saludable.  El bienestar de las personas es directamente proporcional a su productividad».

 

Leer el artículo completo

Arquitectura saludable: clave del bienestar para la vida personal y profesional en Patenta tu éxito (Radio Libertad)

Patenta Tu éxito 21 Septiembre 2022

 

Participación de Rita Gasalla, CEO de Galöw Arquitectura Saludable en el programa «Patenta tu éxito» presentado por Marga de la Fuente el pasado 21 de septiembre de 2022.

En el programa se abordó cómo los espacios construidos impactan en nuestra vida personal y profesional. La arquitectura saludable resulta clave en nuestras viviendas, espacios de trabajo, centros de salud y hospitales, colegios, hoteles…

Junto a Gasalla, también presidenta del Observatorio de Arquitectura Saludable (OAS) participaron en el programa Marina Díaz Marsá, psiquiatra, Jefe de Sección en el Hospital Clínico San Carlos , jefa de la Unidad de Trastornos de Conducta Alimentaria y de la Unidad de Intervención Precoz en Psicosis, e Inés Perea , farmacéutica y Directora General de Jazz Pharmaceuticals en España y Portugal.

 

Escuchar el programa

Cómo conseguir el bienestar de las personas en los espacios de trabajo, por Rita Gasalla (ELLE Decor)

Galow Arquitectura Saludable Oficinas Kearney

Recientemente leía un artículo que aseguraba que un edificio inteligente es aquel que emplea la tecnología más avanzada y reduce los costes de funcionamiento. Indudablemente esos aspectos son fundamentales, pero habría que añadir que no hay edificio inteligente si no es saludable.

La pandemia nos ha obligado a repensar los espacios de trabajo, para que además de innovadores, tecnológicamente avanzados y eficientes, sean seguros y saludables.

Ahora, esos espacios deben responder a las necesidades de las personas, con un nuevo modelo, flexible, que permita distintas formas de trabajar; que atraiga y retenga el talento y que ofrezca mejores experiencias a los usuarios. Todo ello sin incrementar costes.

En este contexto, se abren paso nuevos conceptos como el “agile workplace”, un espacio de trabajo ágil, como su nombre indica, en el que un equipo de personas, con libertad y autonomía, construyen colectivamente en un entorno que favorece la comunicación y la relación entre compañeros. Y, además, reduce el estrés, mejora el ambiente laboral y el compromiso con la empresa.

Todos podemos comprender que este ambiente amable favorece la creatividad y la productividad de los equipos. Las empresas son más conscientes que nunca de que para ser competitivas deben proteger y potenciar su principal activo, el capital humano. Y aquí es donde entran en juego la Arquitectura Saludable y la neuroarquitectura, porque los espacios construidos, como certifican prestigiosos estudios realizados al respecto, impactan en el bienestar físico y mental de las personas y en su productividad.

Como decía, no hay entorno inteligente, si no es saludable. Y eso lo medimos con parámetros que nos permiten detectar qué beneficia y qué perjudica a las personas y cómo, por lo tanto, podemos reducir los costes por absentismo laboral.

 

¿Qué factores medimos para saber si un espacio de trabajo es saludable? Los fundamentales son la calidad del aire; el confort acústico e higrotérmico y la iluminación.

 

Sobre la calidad del aire se ha escrito mucho en los últimos años por razones obvias. Lo cierto es que estudios anteriores a la pandemia ya alertaban sobre la importancia de ventilar y filtrar el aire que respiramos, para eliminar las partículas nocivas y para potenciar la capacidad intelectual de las personas.

Los espacios mal ventilados nos provocan dolor de cabeza, fatiga, congestión nasal, mareos, náuseas…Este conjunto de síntomas derivados de la exposición prolongada a espacios mal ventilados, ya se definió en 1984 por la Organización Mundial de la Salud, como el síndrome del edificio enfermo (SBS). Yo prefiero llamar a ese tipo de edificios enfermantes para que se entienda que es el edificio el que provoca problemas de salud a las personas.

 

Estudios realizados por el “International Well Building Institute” demuestran que una mejor calidad del aire incrementa la productividad entre un 8% y un 11%.

También alertan sobre otros factores como el ruido que puede reducir la eficiencia en el trabajo hasta un 60%.  Para evitar el ruido, es tan importante el aislamiento como el acondicionamiento acústico de los espacios. El ruido afecta a nuestro bienestar físico y mental, reduciendo nuestra concentración e influye negativamente en la calidad de nuestro trabajo. También altera los sistemas cardiovascular y endocrino.

 

Otros de los factores clave son temperatura y humedad. Todos sabemos que los valores para alcanzar el confort higrotérmico varían entre los diferentes individuos, pero debemos automatizar el ajuste a las preferencias de los usuarios, ya que, si trabajamos en condiciones térmicas desfavorables y con niveles de humedad inadecuados, podemos sufrir dolores de cabeza, cansancio, problemas de concentración, irritabilidad y hasta alteraciones cardiacas.

 

En la iluminación, lo ideal es aprovechar al máximo la luz natural durante el día, y complementarla con iluminación artificial con buena reproducción cromática y a ser posible adaptada a los ritmos circadianos, aquellos que regulan a lo largo del día procesos biológicos como el sueño. La calidad, intensidad y dirección de la luz condiciona nuestro confort visual y es fundamental para poder dormir bien y evitar dolores de cabeza. Una iluminación incorrecta reduce nuestro rendimiento.

 

Hay además otros factores importantes como la naturación. Introducir plantas vivas tiene un probado efecto positivo en nuestro estado de ánimo, nos inspiran y purifican el aire. Estudios de las Universidades de Cardiff y Exeter certifican que tener plantas o disfrutar de buenas vistas aumenta la productividad hasta un 15%.

 

Los espacios impactan en nuestra salud física y mental, y, la neuroarquitectura, analiza científicamente cómo los entornos modifican nuestras emociones y nuestros procesos cognitivos. Es una herramienta muy útil que traslada las sensaciones que nos provocan los espacios construidos a datos medibles.  Surgió a mediados del siglo pasado, a raíz de la experiencia del virólogo Jonas Salk, descubridor de la vacuna de la polio. Un viaje a Italia, y un entorno único, como la Basílica de San Francisco de Asís, le permitieron terminar con éxito sus investigaciones. Más tarde contactaría con el arquitecto Louis Kahn con el que construyó el Instituto Salk, referencia mundial en biología y neuroarquitectura.

 

Esta disciplina lleva décadas entre nosotros, y en la actualidad se complementa con la arquitectura saludable, el agile workplace, del que hablamos al principio, o el lean office, una filosofía de trabajo que tiene como objetivo optimizar las tareas administrativas, ahorrando costes e incrementando la productividad.

Estamos construyendo un nuevo paradigma sustentado en los pilares de la salud, el bienestar, la inclusión y la sostenibilidad, que es además de social, competitivo y rentable.

 

Artículo de Rita Gasalla, publicado en Revista IFMA edición 17.

 

Qué es la neuroarquitectura y cómo puede mejorar tu vida.- Artículo de Rita Gasalla en Elle Decor

 

Rita En Elle Decor 2

Uno de los grandes aprendizajes que nos está dejando la pandemia es que el entorno en el que vivimos y trabajamos influye en nuestra salud, nuestro estado de ánimo y nuestra productividad.

¿Qué es lo que pasa en nuestro cerebro cuando día tras día tenemos que movernos en ciertos espacios cerrados? ¿Qué reacciones provocan los diferentes colores, proporciones, las vistas, la iluminación, la calidad del aire o los sonidos?

Hoy podemos responder a estas preguntas gracias a la neuroarquitectura. Podemos incluso saber cómo impactarán los espacios que estamos proyectando en las personas que los van a ocupar antes de su construcción. Esto importa ya que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), nos pasamos de promedio el 90% de nuestra vida en espacios cerrados. Nuestro entorno, el más próximo de nuestras viviendas u oficinas, y el más amplio de nuestros barrios y nuestras ciudades, impacta en nuestra salud y procesos cognitivos. Está probado, por ejemplo, que tener zonas verdes próximas reduce los niveles de cansancio mental y estrés y aumenta nuestro bienestar.

La neuroarquitectura es un área de la arquitectura que, con datos y evidencias científicas en mano, analiza de forma objetiva y sistemática cómo los espacios construidos modifican nuestras emociones y nuestras capacidades. Su objetivo es construir espacios que mejoren la productividad y el bienestar de las personas. Esta disciplina, traslada las sensaciones que nos provocan los espacios a datos medibles, lo que nos permite analizar desde el punto de vista científico qué nos provocan los espacios construidos y buscar soluciones utilizando herramientas médicas e innovaciones tecnológicas.

Artículo completo publicado en Elle Decor el 24 de enero de 2022.

Leer en Elle Decor Italia