Cómo conseguir el bienestar de las personas en los espacios de trabajo, por Rita Gasalla (ELLE Decor)

Galow Arquitectura Saludable Oficinas Kearney

Recientemente leía un artículo que aseguraba que un edificio inteligente es aquel que emplea la tecnología más avanzada y reduce los costes de funcionamiento. Indudablemente esos aspectos son fundamentales, pero habría que añadir que no hay edificio inteligente si no es saludable.

La pandemia nos ha obligado a repensar los espacios de trabajo, para que además de innovadores, tecnológicamente avanzados y eficientes, sean seguros y saludables.

Ahora, esos espacios deben responder a las necesidades de las personas, con un nuevo modelo, flexible, que permita distintas formas de trabajar; que atraiga y retenga el talento y que ofrezca mejores experiencias a los usuarios. Todo ello sin incrementar costes.

En este contexto, se abren paso nuevos conceptos como el “agile workplace”, un espacio de trabajo ágil, como su nombre indica, en el que un equipo de personas, con libertad y autonomía, construyen colectivamente en un entorno que favorece la comunicación y la relación entre compañeros. Y, además, reduce el estrés, mejora el ambiente laboral y el compromiso con la empresa.

Todos podemos comprender que este ambiente amable favorece la creatividad y la productividad de los equipos. Las empresas son más conscientes que nunca de que para ser competitivas deben proteger y potenciar su principal activo, el capital humano. Y aquí es donde entran en juego la Arquitectura Saludable y la neuroarquitectura, porque los espacios construidos, como certifican prestigiosos estudios realizados al respecto, impactan en el bienestar físico y mental de las personas y en su productividad.

Como decía, no hay entorno inteligente, si no es saludable. Y eso lo medimos con parámetros que nos permiten detectar qué beneficia y qué perjudica a las personas y cómo, por lo tanto, podemos reducir los costes por absentismo laboral.

 

¿Qué factores medimos para saber si un espacio de trabajo es saludable? Los fundamentales son la calidad del aire; el confort acústico e higrotérmico y la iluminación.

 

Sobre la calidad del aire se ha escrito mucho en los últimos años por razones obvias. Lo cierto es que estudios anteriores a la pandemia ya alertaban sobre la importancia de ventilar y filtrar el aire que respiramos, para eliminar las partículas nocivas y para potenciar la capacidad intelectual de las personas.

Los espacios mal ventilados nos provocan dolor de cabeza, fatiga, congestión nasal, mareos, náuseas…Este conjunto de síntomas derivados de la exposición prolongada a espacios mal ventilados, ya se definió en 1984 por la Organización Mundial de la Salud, como el síndrome del edificio enfermo (SBS). Yo prefiero llamar a ese tipo de edificios enfermantes para que se entienda que es el edificio el que provoca problemas de salud a las personas.

 

Estudios realizados por el “International Well Building Institute” demuestran que una mejor calidad del aire incrementa la productividad entre un 8% y un 11%.

También alertan sobre otros factores como el ruido que puede reducir la eficiencia en el trabajo hasta un 60%.  Para evitar el ruido, es tan importante el aislamiento como el acondicionamiento acústico de los espacios. El ruido afecta a nuestro bienestar físico y mental, reduciendo nuestra concentración e influye negativamente en la calidad de nuestro trabajo. También altera los sistemas cardiovascular y endocrino.

 

Otros de los factores clave son temperatura y humedad. Todos sabemos que los valores para alcanzar el confort higrotérmico varían entre los diferentes individuos, pero debemos automatizar el ajuste a las preferencias de los usuarios, ya que, si trabajamos en condiciones térmicas desfavorables y con niveles de humedad inadecuados, podemos sufrir dolores de cabeza, cansancio, problemas de concentración, irritabilidad y hasta alteraciones cardiacas.

 

En la iluminación, lo ideal es aprovechar al máximo la luz natural durante el día, y complementarla con iluminación artificial con buena reproducción cromática y a ser posible adaptada a los ritmos circadianos, aquellos que regulan a lo largo del día procesos biológicos como el sueño. La calidad, intensidad y dirección de la luz condiciona nuestro confort visual y es fundamental para poder dormir bien y evitar dolores de cabeza. Una iluminación incorrecta reduce nuestro rendimiento.

 

Hay además otros factores importantes como la naturación. Introducir plantas vivas tiene un probado efecto positivo en nuestro estado de ánimo, nos inspiran y purifican el aire. Estudios de las Universidades de Cardiff y Exeter certifican que tener plantas o disfrutar de buenas vistas aumenta la productividad hasta un 15%.

 

Los espacios impactan en nuestra salud física y mental, y, la neuroarquitectura, analiza científicamente cómo los entornos modifican nuestras emociones y nuestros procesos cognitivos. Es una herramienta muy útil que traslada las sensaciones que nos provocan los espacios construidos a datos medibles.  Surgió a mediados del siglo pasado, a raíz de la experiencia del virólogo Jonas Salk, descubridor de la vacuna de la polio. Un viaje a Italia, y un entorno único, como la Basílica de San Francisco de Asís, le permitieron terminar con éxito sus investigaciones. Más tarde contactaría con el arquitecto Louis Kahn con el que construyó el Instituto Salk, referencia mundial en biología y neuroarquitectura.

 

Esta disciplina lleva décadas entre nosotros, y en la actualidad se complementa con la arquitectura saludable, el agile workplace, del que hablamos al principio, o el lean office, una filosofía de trabajo que tiene como objetivo optimizar las tareas administrativas, ahorrando costes e incrementando la productividad.

Estamos construyendo un nuevo paradigma sustentado en los pilares de la salud, el bienestar, la inclusión y la sostenibilidad, que es además de social, competitivo y rentable.

 

Artículo de Rita Gasalla, publicado en Revista IFMA edición 17.

 

Balance 2021 y previsiones para el 2022.- Entrevista a Rita Gasalla en Ecoconstrucción

 

 

 

 

Entrevista Ecoconstrucción

 

Entrevista a Rita Gasalla, CEO de Galöw Arquitectura Saludable en Ecoconstrucción (12 enero 2022).

 

¿Cuáles han sido los hitos principales del sector en 2021?

Este ha sido un año intenso para el sector de la construcción, pero si hay que hablar de un hito, creo que podemos señalar al cambio de paradigma que la pandemia ha impulsado en nuestro campo, por la necesidad de protegernos, de vivir y trabajar en espacios seguros y confortables.

Hemos entendido que necesitamos la arquitectura saludable, espacios ventilados, luminosos, sin ruidos, seguros, flexibles, accesibles, con vistas…Pasamos entre el 80% y el 90% de nuestras vidas en espacios cerrados y, por lo tanto, el impacto que tienen en nuestra salud mental y física es determinante.

Una de las mejores noticias del año han sido los fondos europeos Next Generation que están impulsando la rehabilitación e imponiendo el cambio a la sostenibilidad, accesibilidad y digitalización. Estos fondos abren un nuevo horizonte transformador hacia la arquitectura saludable, que es la arquitectura del futuro porque además de ser social es rentable.

¿Y de su organización?

En el caso de nuestra empresa, Galöw Arquitectura Saludable, trabajamos e investigamos desde hace más de 20 años en mejorar el bienestar de las personas en los espacios que habita.

Al pensar en el bienestar físico y mental de las personas, estamos protegiendo no solo al individuo, sino también a las familias, a las empresas, a la sociedad en su conjunto y, por supuesto, a la economía.

En el caso de los espacios de trabajo y hoteles, nuestra especialidad, el objetivo es conseguir que los empleados y clientes se sientan confortables, inspirados, seguros y tranquilos en unas instalaciones que van mucho más allá del cumplimiento de los requisitos sanitarios, y que mejoran la productividad, garantizan la continuidad operativa y, con ello, la sostenibilidad de las empresas.

Las subvenciones con cargo a los fondos Next Generation están impulsando como decía antes, los proyectos y obras sostenibles y saludables, y nosotros, desde Galöw, ayudamos a empresas y particulares a solicitar y gestionar esas ayudas.

Durante 2021  nos han demandado especialmente la aplicación de los principios de la Neuroarquitectura en el diseño de los espacios de trabajo, con los que, basándonos en evidencias científicas, mejoramos el bienestar mental de las personas, su concentración y su productividad. Tener esa sensación de serenidad, reducir el estrés y sacar el máximo partido posible a nuestro trabajo intelectual se ha hecho más necesario y relevante en las circunstancias que vivimos.

La salud mental precisamente es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la sociedad actual y en este terreno la arquitectura saludable y la neuroarquitectura tienen mucho que aportar, y hoy son mucho mejor comprendidas en toda su dimensión.

¿Cuáles cree que serán las tendencias para 2022?

La salud y el bienestar de las personas van a seguir encabezando la lista de prioridades de familias y empresas. El nivel de alerta por la pandemia irá variando con el paso del tiempo, y esperemos que se disipe la preocupación colectiva lo antes posible. Pero debemos extraer una enseñanza clave: los edificios que construyamos o reformemos han de ayudarnos a ser más resilientes ante nuevas situaciones de emergencia y salud pública en el futuro.

La arquitectura saludable no es una moda pasajera. Nunca lo fue. Así es que, en 2022, seguiremos proyectando y construyendo espacios cada vez más innovadores y saludables; que fortalezcan el sentido de pertenencia a las organizaciones; más flexibles; capaces de albergar distintas actividades y usos en sus espacios; accesibles e integradores; sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.

Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030

Muchos de ellos están en nuestro ADN, los vivimos en el día a día de nuestro trabajo.  Empezando por el número 3, que se refiere a la salud y el bienestar, para garantizar una vida sana y promover el bienestar de las personas. El ODS 6 sobre el agua limpia y saneamiento, para garantizar la calidad del agua que consumimos es fundamental para evitar enfermedades; el 7, sobre energía asequible y no contaminante; el 11, referido a ciudades y comunidades sostenibles…Todos esos objetivos están en nuestra hoja de ruta, en el desarrollo de nuestros proyectos y en la ejecución de nuestras obras nuevas o de rehabilitación.

Nuestro propósito para este año es seguir avanzando en esta senda, aplicando criterios científicos y los estándares más avanzados e innovadores que nos permitan seguir buscando la excelencia en el bienestar de nuestros clientes y de la sociedad en su conjunto.

 

Entrevista publicada el 12 de enero de 2022 en Ecoconstrucción.

Rita Gasalla (Galöw): «La arquitectura saludable es un elemento diferenciador frente a la competencia» (Alimarket)

Rita Gasalla En Alimarket Ok

Rita Gasalla es la CEO de Galöw, un estudio que se define como pionero en el concepto de Arquitectura Saludable e Interiorismo. Su objetivo declarado es ayudar a grandes empresas, hoteles y edificios residenciales a diseñar, construir y transformarse en espacios en los que el bienestar y la salud
de las personas son la prioridad. Rita Gasalla, que además ejerce como presidenta del Observatorio de Arquitectura Saludable – OAS, es una de las profesionales consultadas por Alimarket Hoteles y Restauración para la elaboración del Informe 2021 de Interiorismo en Hostelería, de próxima publicación.

Alimarket: ¿Ha cambiado la pandemia la forma de diseñar los espacios en hoteles y restaurantes? ¿Qué aspectos serían los más relevantes?

Rita Gasalla: Desde luego hemos detectado un creciente interés de nuestros
clientes por garantizar no solo el confort, la belleza y la seguridad de los espacios, sino también por buscar una experiencia de cliente realmente
diferenciadora y profunda, que sea capaz de marcar la diferencia entre
querer volver o no a un establecimiento. La preocupación por la salud ha
pasado a ser prioritaria. La pandemia ha cambiado el enfoque que hasta
ahora dábamos a los espacios públicos y privados y, de un tiempo a esta
parte, se ha entendido y se está interiorizando la utilidad de la arquitectura
saludable y la neuroarquitectura que nosotros practicamos.

Anteponer la salud y el bienestar de las personas a otros aspectos en los proyectos y en la construcción, se ha convertido en una necesidad y una
cuestión estratégica. Porque hemos visto que el mantenimiento de la
actividad en hoteles y restaurantes depende de la calidad de los espacios
que ofrezcan a sus clientes. En este sentido, hablamos de Salud Pública, de
responsabilidad empresarial y también de retorno económico. Esa es la razón por la que creo que la arquitectura saludable es la arquitectura del futuro es porque además de ser social es rentable. Sin duda esta crisis nos ha servido para reenfocarnos en lo importante, el bienestar físico y mental de las personas.
Y no se trata de una moda pasajera. Es un nuevo estilo de vida de una
sociedad que se ha enfrentado a una pandemia de gravísimas consecuencias
y que quiere estar preparada frente a retos futuros. En mi opinión, algunos
de los aspectos más relevantes a tener en cuenta a la hora de diseñar y
construir hoteles y restaurantes son disponer los espacios con proporciones, colores y materiales que generen bienestar mental, según los criterios marcados por la neuroarquitectura y cuidar la calidad del aire, de la
iluminación y de la acústica, para que los espacios sean saludables.
Sabemos que podemos mejorar el bienestar de las personas si disponemos
de ventilación cruzada; que tener cerca plantas naturales mejora el bienestar mental y el rendimiento; que disponemos de la opción de crear espacios mediante la arquitectura de elección, que es aquella que promueve el uso de la opción más saludable; que los espacios deben ser flexibles y adaptables a las necesidades cambiantes; que necesitamos espacios exteriores y de soleamiento así como orientados al sur y maximizar el disfrute de las vistas si las hubiera. No se trata de encarecer el proyecto sino de enfocarlo adecuadamente para que, con una inversión mínima, tengamos grandes beneficios para la salud de las personas y para los establecimientos.

A.: ¿Qué tendencias en el diseño de hoteles y restaurantes se han
visto reforzadas por esta situación?

R.G.: Lo primero que hemos visto es la ventaja que ofrece diseñar espacios
que ofrezcan flexibilidad y adaptabilidad, especialmente que sean transformables de interiores a exteriores y viceversa, sin esfuerzo. También
que ofrezcan la posibilidad de cambio de uso, para poder optimizar el
rendimiento de los espacios ante los cambios continuos de circunstancias a
los que nos estamos habituando. A raíz de la pandemia todos nos hemos
hecho conscientes de la importancia de la calidad del aire que respiramos.
Los espacios de restauración y los hoteles han tenido que garantizar a sus
clientes que estaban en un entorno seguro, con aire limpio. Eso ha sido
posible gracias a la ventilación cruzada, a sistemas de ventilación mecánica
con medición, filtrado y purificación del aire y a los espacios exteriores en los que los clientes se sienten más seguros.

También ayudan a mejorar la calidad del aire el uso de materiales
fotocatalíticos, que en contacto con el aire y en presencia de luz son
potenciales reductores de la contaminación atmosférica y poseen
propiedades limpiadoras. Los clientes buscan seguridad y los hoteles deben
proporcionársela por muchas razones. La primera es que de esta forma
procuran bienestar a los usuarios. La segunda razón es que es una manera
de fidelizar a sus clientes. Y, por último, cuidarán de sus empleados,
reduciendo hasta un 30% el absentismo laboral y aumentando el
compromiso y la productividad de la plantilla. Sin lugar a duda, la
arquitectura saludable es un elemento diferenciador frente a la competencia
y a gran escala puede ser la gran baza del sector turístico en España.

A.: ¿Se han incorporado conceptos nuevos de diseño tras la
pandemia?

R.G.: Los dos conceptos principales que se han aplicado son: saludable y
flexible. Hemos visto hoteles que convierten sus habitaciones en espacios de
coworking de lunes a viernes y que reciben turistas los fines de semana.
Hemos visto hasta hoteles convertidos en hospitales. Los hoteles se han
abierto a las necesidades de nuestra sociedad, siendo capaces de ofrecer
soluciones imaginativas frente a los problemas. Y aunque hemos pasado lo
peor seguimos viviendo un periodo de incertidumbre, en el que flexibilidad y la innovación son criterios que se han convertido en necesarios. Hemos
aprendido que tenemos que estar preparados para todo. Se ha producido un
cambio de paradigma que ha colocado a la salud en el lugar prioritario. Si
somos capaces de garantizar el bienestar físico y mental de las personas,
somos sociales, rentables y sostenibles.
A partir de ahí, flexibilidad y adaptación. Los hoteles tienen la función
principal de ofrecer la mejor calidad de sueño posible a sus huéspedes y
para eso es clave la arquitectura saludable y la neuroarquitectura. Pero,
además, pueden ser lugares híbridos, de trabajo, teletrabajo o encuentro.
Sus estancias deben estar preparadas para tener una funcionalidad
cambiante, dependiendo de las circunstancias y las necesidades de negocio.

A.: ¿Puede citar algún ejemplo de hotel o restaurante diseñado/ejecutado recientemente por su compañía?

R.G.: Si tuviera que escoger, sería por un lado ‘The Observatory’, el
restaurante en la última planta del Hotel ‘Puerta América’, de Madrid. Es una especie de oasis en la gran ciudad con unas vistas únicas y un jardín vertical magnífico. En ese mismo hotel, también tuvimos oportunidad de diseñar y construir su nuevo lobby. En el proyecto aplicamos materiales y soluciones técnicas para fomentar la salud de los usuarios, redistribuyendo accesos y dependencias operativas y de clientes para optimizar el funcionamiento y cuidando el aire, acabados, luz y colores. El objetivo era conformar un marco funcional, saludable y elegante, que generara una experiencia profundamente diferenciadora para los huéspedes de un hotel de cinco estrellas. Alojarse en un hotel debe convertirse para los usuarios en una experiencia única, agradable y emocionante, de manera que termines tu
estancia allí con ganas de volver.

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“Las empresas que tienen un espacio saludable acaban siendo más excelentes y competitivas”.- Entrevista a Rita Gasalla en La Linterna (Cadena COPE)

Entrevista La Linterna(1)

 

“Las empresas que tienen un espacio saludable acaban siendo más excelentes y competitivas”. Son palabras de nuestra CEO, Rita Gasalla anoche en La Linterna de la COPE. Rita analizó con Ángel Expósito cómo la pandemia ha cambiado nuestros espacios, la forma en la que vivimos y trabajamos y qué podemos hacer desde la  arquitectura saludable 🌿

El bienestar físico y mental de las personas, que deben estar en el foco, influye en todo lo demás. Aire, ruido, iluminación y ergonomía son las cuatro claves sobre las que actuar para hacer de unas oficinas unos espacios seguros, saludables, competitivos y sostenibles.

Para Gasalla, «se puede hacer mucho por mejorar el bienestar laboral de las personas y su productividad (…) La iluminación puede mejorar nuestra productividad hasta un 5%; la calidad del aire puede mejorar los procesos cognitivos y  la ergonomía puede ser la causa de hasta el 45% de las bajas laborales».

 

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